Mujeres nueva confirmación nacional,sin lugar a dudas su mejor carta de presentación son sus directos apabullantes y muy disfrutables.

En el ya lejano 1977, John Felice y sus compinches, aka The Real Kids, aullaban con voz de cazalla eso de que se enamoraban de todas las chicas, en un estribillo chicletero que desde siempre me ha parecido el shangri-la del –power- pop de alma macarra y espíritu callejero ejecutado con el zumbido de una trituradora de carne. Es una percepción personal, pero “Marathon”, tercer disco de estudio de Mujeres, actualiza y revive esa llama en 2015. Como la banda de Boston los de Barcelona tienen esa carga arrabalera y esa energía inagotable, casi torrencial, un romanticismo de barrio y la capacidad de facturar estribillos atemporales que parece que siempre han estado con nosotros. Solo hace falta escuchar “I Wonder”, una serenata cincuentera derritenenas que hubiera hecho las delicias de Dion DiMucci. Las canciones de “Marathon” también me hacen pensar en Mink DeVille y su relectura callejero-maldita del proto-pop; al neoyorquino no le hubiera importado prestar su voz para la fantástica “Vivir Sin Ti”, una las cimas creativas de Mujeres y quintaesencia de su fórmula: aires beat y corazón sudoroso. Y es que los catalanes son unos de los máximos adalides de lo que me gusta llamar pop encabronado, el de patada, caricia y sonrisa burlona en los labios, el de canciones como “Uncertain Glory” y “Golden Lane” que, ojo, podrían formar parte de un siete pulgadas soñado y editado en la época dorada de Bomp! Records. Una última cosa: de aquí veinte años, “Marathon” se podrá disfrutar de la misma manera en que lo hacemos ahora. ¿El motivo? Sus canciones no entienden de modas y si de conseguir los mejores estribillos y melodías del mundo. Mujeres, esos locos, a veces enfadados, con sus cacharros en busca de la tonada pop perfecta. Y que dure. Xavi Sánchez Pons

Mujeres nueva confirmación nacional,sin lugar a dudas su mejor carta de presentación son sus directos apabullantes y muy disfrutables.

#unfestivalqueenamora