¡LOS RETROVISORES EN EBROCLUB 20!

Los Retrovisores estarán en el X aniversario del Ebroclub 2020.

Nos espera un maravilloso sixties weekend.

Hace seis años, estos fogosos Retrovisores cantaban en su primer álbum que la nostalgia ya no era lo mismo. Reforzados en su militancia sixties, curtidos en múltiples conciertos que acaban convertidos en desmelenadas fiestas y con dos lustrosos Ep’s a sus espaldas, ahora deciden invocar a los espíritus para lograr que, de los sonidos que les amamantaron, surja uno nuevo. Aquí lo tienen: ¡¡han engendrado el SONIDO JOANIC!! Con epicentro en su cuartel general, el barcelonés barrio de Gràcia, y a escasos metros de su discográfica, la no menos combativa BCore, estos desbocados muchachos han dejado que el gran Mike Mariconda produzca un puñado de canciones que, sin duda, serán celebradas con irrefrenable entusiasmo por sus cada vez más incondicionales (y numerosos) seguidores. ¿El motivo? Han crecido sin desplazarse de sus parámetros iniciales. Tocan infinitamente mejor que cuando el eje motriz sobre el que giraban era el entusiasmo por sonar como sus mayores: ahora lo han conseguido. Y, sí, han logrado construir un sonido, su Sonido Joanic, deudor y revitalizador al mismo tiempo. Torrelaguna tuvo el suyo, y Rafael Trabucchelli disfrutaría como un novato con los logros de Los Retrovisores, fijo. Había que lograr que la música no cesara…
Adictos a la vida nocturna, el desenfreno hormonal y las pistas de baile en ebullición, acaban de sacarse de la manga un éxito en potencia, la contagiosa “Mentiras”, y de acompañarla con cantos a la vertiente lúdica de la vida, con la definitiva “Solo pienso en bailar” como punta de lanza. Pero, entre referentes mods, arrebatos r’n’b, irrupciones huracanadas de su sección de vientos y con Víctor, su vocalista principal, al borde del colapso nervioso, también muestran su lado más tierno. Escuchas la preciosa “Trovador” (con cameo de lujo de Koko Jean, de Excitements) y te entran unas ganas irresistibles de abrazarlos. Antes de pedir la siguiente copa, por supuesto. Alma, corazón y adrenalina a raudales. Imposible no ir a por ello…